martes, 27 de agosto de 2019

El Mulhacén por la Vereda de La Estrella


Esta es, sin lugar a dudas, la manera más bonita, más dura y más honesta de cuantas hay para subir al pico más alto de la Península. La cima del Mulhacén se puede alcanzar por muchas rutas, unas parten de cotas más altas que otras y también transcurren por pendientes de distinto grado de inclinación y terrenos más romos o más agrestes. Incluso se puede subir en verano hasta la base en una lanzadera y alcanzar la cima con relativamente poco esfuerzo. Pero subir por el norte es la subida auténtica, la que realmente transmite la sensación de haber conquistado una cima.

Por otro lado y a pesar de su dureza, es también la que mantiene más vivo el empeño en alcanzar la cumbre, ya que desde muy pronto la estamos viendo frente a nosotros y siempre parece estar a nuestro alcance.

Con una mochila ligera ligera y estando en buena forma física, seguramente se podría alcanzar la cima en un día, aunque lo más normal es hacer una jornada hasta la Laguna de la Mosca y al día siguiente subir a la cumbre para luego descender a Trevélez, Capileira o bien hacia el Albergue Universitario junto al Veleta. En nuestro caso, por diversas razones, decidimos hacerlo en dos etapas y media, regresando por el camino de ida.

El plan es salir por la tarde del merendero del Barranco de San Juan y recorrer la Vereda de la Estrella hasta llegar a Cueva Secreta donde haremos la primera noche. De esta manera (nosotros venimos de Murcia) dormiremos a 1.750 m y por la mañana estaremos mejor habituados a la altura. La siguiente jornada será de Cueva Secreta hasta la cima del Mulhacén, donde haremos el segundo vivac y la tercera será el descenso de todo lo subido volviendo al Barranco de San Juan.

No es lo mismo subir con una mochila ligera que con mochila para tres días y añado que nosotros hicimos la ruta en verano, porque con nieve, sin duda la ruta tendría una dificultad muy superior. Lo cierto es que la mochila pesaba unos 17 kg incluyendo 2 kg de cámara fotográfica y eso se nota mucho en el rendimiento. También hay que señalar que nosotros “ya tenemos una edad” por lo que a la hora de calcular los tiempos cada uno debe adaptarlos a sus circunstancias que no son necesariamente las mismas que las nuestras. 




La ruta transcurre así:

Primer día.

Del Barranco de San Juan a Cueva Secreta. Sobre las 5 de la tarde salimos del aparcamiento del merendero del Barranco de San Juan y cruzamos el río Genil por un puente para encontrar a nuestra izquierda el inicio del tramo de la Vereda de la Estrella que vamos a recorrer. Recordemos que la Vereda de La Estrella se puede comenzar más atrás (en Gúejar Sierra) pero en este caso la comenzamos desde el Barranco de San Juan. La vereda transcurre en paralelo al río Genil, aunque el río será inaccesible durante casi todo el trayecto porque quedará muy abajo y con un talud considerable. Es una obra bien marcada y con refuerzos de mampostería en algunos tramos. Imposible perderse y aunque hasta Cueva Secreta llega a salvar un desnivel acumulado de 862 m de ascenso y 269 de descenso, la verdad es que no se nota casi nada la pendiente. Hay algunas zonas donde es más pronunciada, pero en general el ascenso es muy suave. 


El primer punto de interés que encontramos en nuestro camino es un castaño centenario al que llaman “El Abuelo”. Esta situado a 2,2 km de la salida. El venerabe árbol está enraizado en el margen derecho (en nuestro sentido de la marcha) y extiende sus ramas sobre la vereda. Si miramos más abajo hay otros castaños también bastante antiguos a los que nadie ha bautizado. Continuamos la marcha hasta llegar al cruce del que sale un desvío que baja al río para alcanzar la Cuesta de Los Presidiarios, llamada así por que formaba parte del camino que seguían los condenados a galeras que se dirigían a Almería en tiempos de Felipe II. Abajo podemos ver el Puente del Burro y si miramos un poco hacia atrás veremos el encuentro del río Vadillo con el Genil que acabamos e rebasar. Del Barranco de San Juan a este punto han transcurrido 4,3 km.

Descartamos el desvío continuando por la Vereda de la Estrella y en apenas 500 m llegaremos a una curva llamada “El Viso de Las Nortes”. Desde aquí se pueden ver imponentes las caras norte de La Alcazaba y Mulhacén. Si tenéis la suerte de hacer este tramo en primavera o en el verano poco avanzado el contraste es espectacular porque los dos picos estarán nevados.

A unos 2,3 km del cruce con el desvío para la Cuesta de Los Presidiarios encontramos las Minas de La Probadora y pocos metros más adelante el cortijo del mismo nombre. De las Minas de la Probadora, como otras minas de la zona, se extraían siderita, pirita y calcopirita de las que se obtenían hierro además de cobre y plata. Hoy en día están todas abandonadas

Tras avanzar otros 700 m nos encontramos con las ruinas del Cortijo de La Estrella y en apenas 200 m más llegaremos al puente sobre el río Guarnón. El río Guarnón nace en el Corral del Veleta y aporta sus aguas al Real que comienza a llamarse Genil desde este punto. Si miramos arriba, a nuestra derecha, siguiendo su cauce, podemos ver la emblemática silueta del Corral del Veleta.
Tras cruzar el puente continuamos 1,2 km hasta llegar a la Minas de La Justicia y 1,4 km después de este punto llegamos al lugar denominado Harén del Real. Aquí es donde se unen las aguas del barranco de Lucía, río Valdecasillas (que nace en la laguna de La Mosca) y río Valdeinfierno (que nace en la Laguna Larga y en el Corral del Los Machos) para formar El Real, el cual, como ya hemos dicho, tras incorporar las aguas del Guarnón pasa a llamarse Genil.

Nosotros continuamos por el sendero, dejando el Valdeinfierno a nuestra izquierda y siempre paralelos a él durante unos 600 m hasta llegar a Cueva Secreta. Cueva Secreta no es una cueva, ni mucho menos es secreta, se trata de un refugio natural que ha sido cerrado con piedras por los pastores para obtener un mejor abrigo. Frente a él hay una pequeña zona explanada y protegida del viento por rocas, lo que hace el paraje idóneo para vivaquear. Pocos pasos más abajo está el río Valdeinfierno donde podemos abastecernos de agua y un puente por el que cruzaremos mañana para continuar la ruta.

Aquí haremos el primer vivac. Hasta este punto hemos caminado 10,6 km con un ascenso acumulado de 960 m y un descenso de 381 m y nos encontramos a 1.760 m de altitud. 


Segundo día.

De Cueva Secreta al Mulhacén.
Esta es la etapa más dura, pues hay que subir unos 1.750 m en tan sólo 8 km. La pendiente media es del 22% pero habrá tramos mucho más intensos.
Salimos de Cueva Secreta y cruzamos el Valdeinfierno por el puente dirigiéndonos por el sendero hacia el collado de Majá del Palo. El collado es fácil de distinguir porque a través de él se ve la cima de La Alcazaba. En la subida al collado hay varios senderos que se entrecruzan pero no es difícil dar con el bueno. Una vez alcanzado el collado, seguimos el sendero hasta llegar al río Valdecasillas. Ahora el camino será más o menos evidente dependiendo de la época del año y de lo pisado que esté. A veces hay mojones que nos indican el mejor paso, pero en cualquier caso sólo hay que seguir el río hacia arriba ya que nos dirigimos a la Laguna de La Mosca donde este tiene su origen. Llegando a las Chorreras de La Mosca cruzaremos el río una vez y otra en sentido contrario y el último vasar lo pasamos caminando hacia la derecha. Esta no es la única manera de acceder a La Mosca, hay muchos caminos posibles.

La laguna de La Mosca a 2.900 m de altitud es un lugar mágico. Situada en la Hoya del Mulhacén está limitada por el sur por las imponentes nortes de La Alcazaba y el Mulhacén y hacia el norte se puede divisar toda la cuenca del Valdecasillas por donde hemos subido. La laguna es un oasis en medio de un desierto de piedra casi lunar, en sus orillas crecen los borreguiles verde intenso y en su supeficie podemos ver reflejada la cara norte del Mulhacén. Es frecuente divisar cabras hispánicas en sus alrededores, suelen mostrarse muy confiadas y se acercan mucho. Aquí haremos una parada importante para reponer fuerzas y acometer el tramo final de subida. Sólo quedan unos 2,5 km y poco menos de 600 m de ascenso pero son muy duros, en parte por la pendiente, en parte por el terreno (especialmente hasta alcanzar el collado del Ciervo) pero también por la altura que ya se empieza a notar y cómo no, por el cansancio que ya empezamos a acusar. Pero la cima está a la vista y eso da mucho ánimo, así que nos dirigimos siguiendo hitos y a veces senda, hacia el collado del Ciervo, llamado también collado de La Mosca.

El collado del Ciervo parece un diminuto dedo señalando hacia el cielo entre el Puntal de La Caldera y la cima del Mulhacén. A él llegamos primero siguiendo hitos entre rocas y luego por un sendero pedregoso que zigzaguea muy vertical. Al llegar arriba, descansamos brevemente a la sombra de su roca característica y vemos la vereda que con mucho mejor firme, nos llevará a la cima. La vista aquí es muy engañosa porque al no haber árboles ni otra referencia, siempre parece que todo está muy cerca. Sólo cuando vemos, pequeñitos como hormigas a otros montañeros que bajan o suben a la cumbre, nos damos cuenta de la escala que estamos manejando.

Pronto pasamos junto al punto en que comienza la entrada al Vasar de Mulhacén y lo dejamos atrás siguiendo la vereda. Abajo se puede ver el refugio de La Caldera y la laguna del mismo nombre. También varias lagunas menores que aparecen y desaparecen dependiendo de la época del año. Si miramos al oeste durante la subida vemos los tresmiles de esta zona de Sierra Nevada: El Veleta, Los Machos, La Loma Pelá, El Puntal de La Caldera y el pico del Juego de Bolos.

Tras subir estos últimos 348 m llegamos al vértce geodésico del Mulhacén (3.478 m), techo peninsular. Aquí haremos el segundo Vivac.


Desde la cumbre del Mulhacén se ve todo, incluso dicen que en los días claros son visibles las montañas del norte de África. Yo nunca he podido divisarlas, pero al igual que las meigas “haberlas haylas” prueba de ello son los restos de construcciones que encontramos en la cima, que es lo poco que quedó en pie de las instalaciones que sirvieron para realizar el primer enlace geodésico entre Europa y África en 1878. Mucho más cercanas pero impresionantes se ven todas las cumbres que conforman la cuerda de los tresmiles de Sierra Nevada y al llegar la noche, un mar de estrellas que dada la altura a la que estamos y la escasa contaminación lumínica, parece que se te fuera a a caer el cielo encima.


Tercer día.

Del Mulhacén al Barranco de San Juan.
Si no te gustan las bajadas, este no es tu día bueno porque ahora vamos a desandar todo lo recorrido y naturalmente en una sola jornada. En este tramo caminaremos casi 18 km con un descenso acumulado de 2621 m y un ascenso de 321 m. No hay muchas indicaciones que dar para esta parte del camino ya que es el mismo que la subida pero en sentido inverso. Sólo comentar que si lo hacéis en verano, la Vereda de La Estrella se torna a la vuelta muy cansina y calurosa pero eso no tiene solución.

En total son 36,4 km, 3.023 m de ascenso acumulado y lo mismo de descenso. Tengo que advertir que la califico de difícil no porque tenga ningún paso más o menos técnico, ni porque sea difícil orientarse, sino por la dureza del recorrido. El camino es fácil de seguir y no entraña más dificultad que la resistencia física. 




Podéis ver el track y otros datos en Wikiloc en este enlace
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/mulhacen-por-la-vereda-de-la-estrella-40287649




Esta vez os pongo todas las fotos juntas al pie de texto para que no interrumpan la lectura. Recordad que con hacer click sibre cualquiera de ellas podréis visualizarlas todas a pantalla completa en un cómodo carrusel.

Espero que os guste.
Buen camino.

Malpaso.