Este es el segundo de los artículos dedicado al conflicto entre ciclistas y senderistas en el Valle. Como ya escribí en la entrada anterior dedicada a la presentación del tema, la realidad no deseable es que el conflicto existe y debemos solucionarlo. Igualmente os recuerdo que me gustaría que algún miembro del colectivo o bien alguna organización ciclista mandará un artículo a mi mail (en la pestaña de contacto) exponiendo su punto de vista al respecto. Yo publicaría esta entrada con su firma, para que todos seamos oídos por igual. Sería igualmente bien recibida la opinión de la Administración Regional así como cualquier opinión que sin rebasar los límites de la cortesía y el respeto mutuo se quiera escribir en el apartado de comentarios.
Como el tema es muy extenso trataré de ser claro y conciso exponiendo bajo mi punto de vista cuales son los conceptos que hacen urgente la regulación de la actividad deportiva de ciclismo de montaña y en particular la de su variante de descenso, en el Parque Regional de El Valle y Carrascoy, conceptos, que a mi juicio, constituyen la mayor parte de las desavenencias entre unos y otros.
Expresamente señalo que también el senderismo debe estar regulado para una mejor preservación del espacio natural, si bien de esta actividad ya existen muchas normas sobre acampada, vivac, prohibición de hacer fuego en lugares no autorizados etc.
Estos son a mi parecer los problemas que originan sólo algunos ciclistas y que están en la base del enfrentamiento:
I • La seguridad de las personas.
Poco hay que decir al respecto, todo el que caminando tranquilamente por un sendero se haya encontrado de repente con uno o varios ciclistas descendiendo a gran velocidad sabe bien de qué hablo. A veces se crean verdaderas situaciones de peligro con riesgo de ser atropellado, máxime teniendo en cuenta que dada la circunstancia de su cercanía a la ciudad, estos senderos son utilizados por todo tipo de personas incluyendo a niños y excursionistas de mediana edad, no tan ágiles como para esquivar en pocos segundos lo que se les viene encima.
Pero claro, si el deporte consiste en bajar a velocidad, ¿cómo les pedimos que bajen despacio? En este punto son difícilmente compatibles las dos actividades, si las queremos practicar con las máximas garantías de seguridad.
En este video de Yotube se puede ver como descienden La senda del Vivac (El Ismael).
Es fácil apreciar las grandes cárcavas creadas por las bicicletas a lo largo de casi todo el recorrido,
cómo los senderistas tienen que subirse a la ladera para evitar ser atropellados y en el minuto 7 se ve claramente como atajan la senda por una trocha que han realizado con evidente deterioro del suelo.
(Si no se muestra bien aquí haced clic en ver en Yotube).
Video donde se ven los troncos atravesados
Por otra parte lo que tampoco es de recibo es la actitud de algunos senderistas que colocan troncos atravesados y otros obstáculos, especialmente si lo hacen en zonas de poca visibilidad que pueden ser causa de accidentes graves a los ciclistas, que no nos olvidemos, si no se regula nada en contra, están en su perfecto derecho de bajar por la senda. Os dejo un vídeo que me deja Jose (ciclista) en los comentarios acerca de esta práctica.
Video donde se ven los troncos atravesados
Camino por los senderos de El Valle desde que era un niño y ya tengo 52 años. Como muchos otros, he podido observar con tristeza como en los últimos tiempos algunos de estos senderos, que habían permanecido bien conservados desde su trazado original, se han ido deteriorando progresivamente hasta hacerse, en algunos casos, impracticables.
La razón principal es a todas luces la presencia cada vez mayor del ciclismo de descenso. Los ciclistas que practican esta especialidad corren senda abajo, a veces con pendientes importantes, frenando y derrapando, causando una erosión grave en el firme que en poco tiempo se ha transformado en cárcavas, algunas de considerable profundidad, por las que corre el agua de lluvia y arrastra de nuevo el terreno hasta destrozar totalmente la senda.
Ya sé que circulan por la web citas a diversos estudios sobre el tema especialmente la completísma página que IMBA ESPAÑA (Internatonal Mountain Bicycling Association) publicó al respecto (clic aquí para visualizar) y que algunos de los cuales otorgan un grado de degradación menor a ciclistas que a senderistas entre otros muchos datos, pero francamente, no creo que este tema en concreto se deba mirar como una estadística, que por otro lado, dependiendo de quien lo encargue o quien lo interprete, siempre se encontrará otro estudio en sentido contrario. Solamente hay que mirar al suelo y ver como hay senderos centenarios que son frecuentados en su mayoría solamente por senderistas y permanecen con sus trazados limpios y perfectos y también como hay otros que son usados por las bikes de descenso que tienen muestras muy preocupantes de degradación, como son, por poner un ejemplo de los primeros el que sube a la Cresta del Gallo desde Los Lages y del segundo caso el que sube a la mina del Cerrillar desde la Rambla del Sordo (clic para ver video), o el sendero del Vivac que muchos llaman El Ismael. Le puedo asegurar al autor del citado artículo que ese no es el caso del Parque Regional del Valle y Carrascoy.
A esto hay que añadir el tema de los atajos y del campo a través.
Algunos, sólo algunos, de los que practican el ciclismo de descenso en su afán por obtener una pendiente mayor, atajan los zig-zags del camino destrozando la cubierta vegetal y el firme, creando nuevas cárcavas por las que igualmente corre el agua de lluvia y el efecto destructivo es notable, desvirtuando totalmente el trazado original. También hay senderistas que atajan inecesariamente y es igualmente reprochable por tanto.
Aquí os dejo otro Yotube de descenso del Ismael donde se ve todavía mejor
el tremendo destrozo que provocan algunos en los senderos, las cárcavas,
los atajos y los desdoblamientos del sendero.
La abundancia de vídeos similares en Yotube me hace pensar que estos
ciclistas de descenso no actúan de mala fe y piensan que no hacen
daño a nadie con sus prácticas y por eso las muestran orgullosos.
Otra vez falla la información y la educación medioambiental.
clic para agrandar
III • La contaminación acústica.
Otro problema asociado, aunque creo de menor importancia, es la contaminación acústica, en este tema por lo general no hay maldad ni descuido, simplemente lo da el medio. Los grupos ciclistas, la mayoría de las veces, mantienen entre sus componentes una distancia tal, que les obliga a comunicarse entre ellos a gritos, o al menos algunos así lo hacen. A mí particularmente me es desagradable, pero me puedo aguantar (el monte es de todos) no obstante imagino que a la pacífica fauna de El Valle, que no tiene culpa de nada, no le sentará bien tanto ruido en los fines de semana.
Conclusión
Que el ciclismo de montaña y en particular la modalidad de descenso existen y que este deporte lo quieren practicar un buen número de murcianos es un hecho, no es discutible, en consecuencia habría que encontrar la manera de que pudieran practicar su actividad en el parque, que es de todos, sin poner en peligro a los otros usuarios ni perjudicar al entorno natural.
Para lograr este fin, opino que la Administración Regional debería arbitrar normas claras acerca del uso del espacio natural y en particular de los senderos, para que todos, senderistas y ciclistas sepamos a qué atenernos y no sólo dictar las normas sino sobre todo hacerlas cumplir. Dada la inexplicable ausencia de agentes forestales en el parque durante el fin de semana, este punto es realmente difícil de realizar con éxito si no cambia esta circunstancia. También tiene aquí competencia el SEPRONA, igualmente ausente y que a diferencia de los agentes forestales sí tiene potestad para incautar los vehículos o de multar y hacer detenciones en los casos pertinentes.
El actual marco legislativo particular es el PORN (Plan de Ordenación de Recursos Naturales) del Parque Regional de El Valle y Carrascoy y en él se prohiben claramente los recorridos campo a través, pero no se regulan los otros aspectos de la cuestión. La normativa restante debería estar reflejada en un PRUG (Plan Rector de Uso y Gestión) hasta donde yo sé inexistente y en eterno proceso de preparación.
Propuesta
Mi propuesta, sin perjuicio de que alguien presente otra mejor, es que la Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad determine con claridad qué senderos son dedicados a senderistas, a ciclistas o cuales son de uso compartido, se señalicen en consecuencia y se haga respetar dicha señalización dotando a los agentes forestales o a quien corresponda de los medios humanos y materiales necesarios para este fin. Me consta por conversación con funcionarios de la Administración Regional que sus pasos van dirigidos en ese sentido y que pronto habrá resultados.
Mientras tanto, sólo hay una solución: buena educación y mucho sentido común.
Buen camino a todos.
Malpaso.