domingo, 21 de abril de 2013

Más Vale tarde que nunca en el Valle II (Comentario de Gato Legendario)


 Publico aquí un extenso y a mi jucio acertado comentario que hizo el compañero Juanjo  (Gato legendario) en el post "Más vale tarde que nunca en el Valle".

Como el post en cuestión, tiene tantas entradas-comentarios y algunos son tan "vistosos", le he pedido permiso para publicar el suyo como una entrada aparte a fin de darle mayor visibilidad. No he puesto fotos ni añadido nada con la intención de mantener íntegro su discurso sin ninguna distorsión.

El comentario dice así:

Leo con sorpresa los comentarios acerca de la regulación de los senderos de un espacio natural como es el Parque Regional de El Valle y Carrascoy.

No entiendo tanta indignación ante una medida de protección que sólo busca lo mejor para el entorno y la conservación de un espacio al que tienen derecho tanto los que estamos aquí como las generaciones futuras. Y para protegerlo TODOS debemos hacer sacrificios. No podemos hacer lo que nos venga en gana porque “nuestro disfrute” es lo único que importe. Entre otras cosas porque el disfrute de unos puede chocar con el de otros.

Y todo sólo porque se pide que dos senderos (Minas del Cerrillar y Rambla del Valle) dejen de ser transitados para permitir su recuperación.

Las quejas parten sobre todo del colectivo ciclista, quienes ven en ello un atentado contra su libertad.
(Que vaya por delante que no tengo nada contra las bicicletas. Me parece un medio fantástico, ecológico y saludable. Ni se me pasa por la mente que se prohíba su utilización en la montaña, y me gustaría que se leyese el escrito hasta el final, porque la conservación es cosa de todos y todos los colectivos tienen cosas que mejorar).

Alegan que su actividad es muy respetuosa con el medio pero lo cierto es que llevo unos cuantos años saliendo a observar animales y el deterioro de las dos sendas ha sido espectacular en los dos últimos, y por supuesto que la principal causa ha sido el impacto de las ruedas de las bicicletas de montaña.


En cuanto a la degradación hay que tener claro que depende mucho del terreno, del trazado y de la velocidad. Evidentemente en terreno llano y recto la bici no erosiona apenas. Si la base es rocosa (como en la Senda de las Columnas) tampoco el impacto es significativo. 

En los ascensos tampoco hay nada que objetar. Sin embargo en terreno poco compacto, con curvas, pendientes, y en descenso, la realidad es bien distinta. 

He leído argumentos peregrinos como el de un estudio que alegaba alguien y en el que se decía que un senderista “erosionaba más que una moto de enduro” cuando la pendiente es pronunciada. Ese estudio se referirá a unas circunstancias muy concretas y a una pendiente que impida un apoyo normal de un pie y deba arrastrar la suela más de la cuenta porque de lo contrario es una imposibilidad física.

La energía cinética es lo que cuenta y las bicicletas descienden al menos 4 veces más rápido que un senderista. Al llegar a cualquier cambio de dirección, curva o irregularidad se obligan a frenar y por tanto actuará la fuerza de rozamiento para poder hacerlo. Eso es física primaria, y cuanto más velocidad, más rozamiento (el principio de conservación de energía, ¿les suena?). Si a ello le sumamos que gustan de ir bastante rápido (así es “mas técnico y mola más”) y en grupos, pues… los surcos en terreno blando (como es el caso de las dos sendas mencionadas) no tardan en convertirse en verdaderos socavones.


Pretender que la degradación de ambas está causada por todos a partes iguales no tiene sentido.
Los ciclistas son muchísimos más (al menos el doble o el triple), degradan más (como he explicado) y otro factor adicional: recorren mucho más terreno, por lo menos cuatro veces más que un senderista normal. Multiplicad y las cuentas no fallan: 2 x 4 x 4 = 32 veces más (y tirando por bajo), lo cual cuadra con el hecho de que en sólo dos años el deterioro de los senderos sea el que es. Sin embargo otras sendas no utilizadas por bicicletas de montaña (como la senda de los Lages) están prácticamente igual.

En todo caso el deterioro de la senda en sí es perjudicial para todos, pues impide un tránsito confortable, pero no es lo verdaderamente importante.

El problema son aquellos que se dedican a acortar constantemente y trazan una red de sendas empinadas por las que fluye el agua cuando llueve arrastrando suelo y degradando toda la ladera. Y me gustaría decir que son pocos, pero la verdad es que son legión. Todos los fines de semana me encuentro a quienes lo hacen. Algunos por prisas, otros porque gustan de meterse por terrenos difíciles y que les suponen un reto a su técnica (alardean de ello, porque los oigo). Y no son sólo ciclistas. Los senderistas son igualmente culpables, aunque es verdad que son bastantes menos. Piensan que por una pisada o una rodada no va a pasar nada, pero marcan el terreno y luego son seguidos por cantidad. En ocasiones me he dedicado a cruzar ramas y troncos para evitarlo pero pronto los apartan sin preguntarse por qué alguien los puso ahí. Seguro que piensan que es alguien que cree que el monte es suyo y que lo que pretende es molestar.

Ambos, a pie y en bici, tiran cantidades indecentes de basura. Los ciclistas y corredores llenan el monte de envases de geles, suplementos, barritas o bebidas. Los senderistas son más de botellines de agua, envoltorios de caramelos y pañuelos de papel. Toneladas de pañuelos que hacen daño a la vista en un entorno tan maravilloso.

Y sobre todo de cáscaras de frutas, con la excusa de que son “biodegradables”.

Vamos a ver: todo es biodegradable. Sólo es cuestión de tiempo. Las pieles de naranja sin enterrar tardan una barbaridad en degradarse (en su inocencia quizá piensan que va a venir una ardilla a comerse la dura corteza, je,je) y su acumulación, junto con las de plátano (otras de las preferidas), dan lugar a paisajes más propios de estercoleros. 

Es muy sencillo: SE LLEVA UNO CONSIGO TODO LO QUE SE TRAE. 

Los restos ocupan menos espacio y pesan menos, así que pueden llevarse de regreso con facilidad.
Las rutas nocturnas con linternas de tropecientos lúmenes y dando gritos son lo que faltaba, al generar estrés en la fauna. No tenemos bastante con haber reducido los espacios naturales a cuatro montañas, sino que también les invadimos su espacio durante el día…y ahora también por la noche, las horas en que la actividad de los animales es mayor. 

No entiendo que por un lado se quiera promocionar “El país del Buho” y luego no sólo no se haga nada por facilitarle la vida en su hábitat sino que nos dedicamos a molestarlos. Así no tardarán en marcharse y en unos años nuestros hijos y nietos no tendrán ocasión de disfrutar de rapaces, zorros o los conejos que con tanta facilidad se ven hoy (aún recuerdo cuando se podía uno bañar en el Mar Menor sin medusas a la vista y ver cangrejos, estrellas de mar, gambas o caballitos…y ya veis cómo está en la actualidad).

Y sólo hace falta un poco de sentido común y de civismo. 

Evitemos salir al monte en tropel. Los grupos grandes son dañinos. Y eso vale tanto para senderistas como para ciclistas. No tiremos basura y pidamos a nuestros compañeros que hagan lo mismo. No está de más llevar alguna bolsa para echar envases que podamos encontrar.

Circulemos exclusivamente por pistas y a una velocidad adecuada. Sé que es muy emocionante bajar rápido pero esto no es una montaña rusa. Respetemos aquellos terrenos muy blandos o que veamos claramente que se están deteriorando, y hagámoslo porque nos salga así a nosotros. Sin que haga falta que nadie nos lo indique ni nos lo prohíba. Exijamos a nuestros compañeros que respeten las normas y no los dejemos acortar terreno ni tirarse campo a través.

Evitemos las salidas nocturnas. Los árboles no producen oxígeno por la noche, sólo nos tragamos su CO2 y la humedad, y alteramos en demasía las rutinas de los animales. Si lo hacemos, por lo menos hagámoslo en grupos muy pequeños y sin armar ruido.

A los vándalos que se dedican a hacer zanjas para frenar a los ciclistas les digo que aparte de poder causar un daño irreparable a alguien, le hacen un flaco favor a la montaña. Y a los ciclistas les pido que piensen qué es lo que están haciendo mal para conseguir que un colectivo como el de las personas que caminan por senderos, tradicionalmente amantes de la montaña y la naturaleza y amigos de los medios de transporte ecológicos (como las bicis), hayan pasado a considerarles un riesgo y dañinos para con lo que aman.

Y a aquellos que dirigen los espacios naturales: por favor, regulen con cabeza y hagan cumplir las normativas. Pongan contenedores y papeleras en aquellos sitios que de sobra saben que se frecuentan más (especialmente los de los “amantes nocturnos”) y en los que se hacen paradas.
Asignen más forestales y agentes en los días festivos que es cuando hay más personas y más riesgo de todo tipo. De nada sirve tener la plantilla completa trabajando el lunes y luego que el domingo sólo haya un forestal de guardia. Es absurdo.

Habiliten sendas y pistas para que la gente pueda practicar su deporte sin problemas.

Limpien bien el monte después de eventos como romerías o carreras populares, porque sus huellas quedan allí de un año a otro sin que nadie, excepto los voluntarios, se anime a quitarlas.

Y señores forestales, sean diligentes con su trabajo. ¿Cómo es posible que un día con un viento tremebundo no se personen en las zonas de barbacoas para impedir que se enciendan fuegos? ¿Cómo es posible que en todos estos años me haya tropezado sólo con 5 ó 6 coches de agentes forestales? 

Si todo el jaleo que se ha armado con lo de la regulación de las pistas sirve para que entre todos seamos capaces de conservar los montes, habrá merecido la pena.

Gato Legendario.




6 comentarios:

  1. uuufff malpaso, te buscas muchos enemigos gratuitamente, llegará un momento que los ciclistas no podrán verte.

    ¿como desaconsejas las nocturnas justo ahora que comienzan?,, aayy maiii.

    Suerte

    ResponderEliminar
  2. Hola Anónimo.
    Gracias por escribir, aunque prefiriría que lo hicieras identificado.
    Seguramente al ser tan larga la entrada no la hayas leído bien. El post no lo escribo yo, lo escribe Gato Legendario, sin perjucio de que lo que él opina, pueda suscribirlo yo en su gran mayoría.

    Por otro lado no veo a quién puede molestar su declaración de intenciones, salvo que sea a alguien dispuesto a destrozar lo sea con tal de divertirse. Si lees bien verás que no escribe contra los ciclistas, sino que por lo contrario, sólo afea la conducta de todos los que lo hacemos mal: senderistas, ciclistas, corredores, forestales o autoridades.

    Respecto a las salidas nocturnas... lo que dice muy sensatamente es que si las vamos a hacer, las hagamos en grupos pequeños y haciendo el menor ruido posible para no molestar a la fauna. ¿Qué ves de malo en todo esto?

    Un saludo.
    Malpaso.

    ResponderEliminar
  3. Querido malpaso, lo unico que veo que estas combirtiendo este portal en un ataque continuo contra el grupo ciclista si bien las palabras no son tuyas pero las expones en tu ventana al medio.

    Estamos provocando una guerra senderistas/ciclistas, cuando la guerra seria deportistas/politicos. Nosotros mismos nos vamos a terminar por extinguir.

    Insisto, hay otras formas "humanas" en el valle que degradan en un dia mas que lo hacemos los senderistas/ciclistas, pero no se ven.

    Por cierto, las palabras y el texto de tu amigo gato, muy bien redactadas, muy educadas, muy bien explicadas,, pero no deja de ser una opinión personal, por eso no tiene porque ser la verdad suprema ante las demas.

    aahhh otra cosa, te aseguro, como te han dicho muchas veces, que el ciclismo que menos perjudica es el de descenso (no derrapan), lo que mas degrada es un ciclista rallyero (los que van ajustados y sin mochila) bajando por donde los de descenso (porque NO SABEN BAJAR)

    Salud y conciencia.
    Antonio H.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Antonio
      Nunca he pretendido culpabilizar a un colectivo. Sólo trataba de concienciarlos a todos de que la naturaleza es nuestro hogar y debemos cuidarla para que nos dure...y nosotros con ella. Para ello debemos darnos unas pequeñas normas a nosotros mismos, sin necesidad de que nos las imponga nadie, en forma de una conciencia cívica (como indicas en tu despedida).
      Es verdad de que existen muchas formas de degradación y creo que todas deben controlarse dentro de lo posible.
      Es cierto que si las bicis no frenan no derrapan y por lo tanto degradan mucho menos. Pero mi experiencia del día a día es que muchas sendas están muy estropeadas y que se han abierto decenas de sendas anexas para acortar...y eso es lo que trato de evitar, haciendo que todos reflexionen. Como decía en el escrito no me preocupan mucho los senderos sino esos atajos que acabarán degradando las laderas. Si todos ponemos de nuestra parte y educamos también a nuestros compañeros, conseguiremos una montaña para disfrutar de nuestras aficiones durante muchos años. De lo contrario acabaremos con un estercolero (no te lo creerás pero en todo este tiempo he retirado de las sendas más de 200 bolsas de restos hasta arriba, basura que a no ser por muchos voluntarios inundaría los caminos) y un montón de laderas peladas de vegetación y de fauna.
      No pretendo tener la verdad absoluta pero creo que es de lógica pensar que si todos vamos por nuestra cuenta lo acabará pagando la montaña...y nosotros por añadidura.
      Un saludo

      Eliminar
  4. Nada más lejos de mi intención que provocar ninguna disputa entre ciclistas y senderistas ni entre nadie contra nadie. Tengo muchísimos amigos ciclistas y no tengo el menor roce con ellos a este respecto.

    Si lees estos artículos desde el principio verás que se abrieron para establecer un foro de debate donde todos los interesados pudieran exponer su opinión. Exponer su opinion, no es insultar al que opina lo contrario.

    Lamentablemente no conseguí mi objetivo, que consistía en que ciclistas, corredores, forestales o quien quisiera, mandaran entradas expresando su visión del asunto. Sí conseguí, como sabes, montañas de insultos y decalificaciones personales, hasta el punto que me obligaron a ejercer la moderación de los comentarios, cosa que nunca habría querido hacer.

    Hoy ha hablado aquí Gato legendario, pero si quieres, mañana puedes hacerlo tú y exponer tu punto de vista sobre la situación del El Valle o sobre cualquier otra cosa que te parezca de interés para todos. Si me mandas el escrito yo te lo publicaré con mucho gusto, aunque no estuviera de acuerdo con lo que diga, siempre y cuando se exprese con corrección y respetando a los demás. También será una opinión, ni más ni menos relevante que la de Gato Legendario o la mía própia, pero cuantas más opiniones expresemos mejor podremos entendernos.

    Al fin y al cabo creo que todos queremos lo mismo, alterar el entorno natural lo menos posible mientras practicamos el deporte que nos gusta. No tiene porqué haber desacuerdo.

    Te animo a escribir y contar tu visón sobre estos temás.
    Un saludo.
    Malpaso.

    ResponderEliminar
  5. Alabo la sensatez y buen criterio de Gato Legendario en todo lo que dice. Creo que tiene razón y además lo dice de forma que nadie puede darse por ofendido. Entradas como estas, honran el foro.

    ResponderEliminar

Su comentario será publicado después de ser leido por los moderadores.
Gracias por participar.