sábado, 27 de julio de 2013

Viaje a Vacares, la laguna encantada



Cuenta la leyenda que en la Laguna de Vacares habita una ondina que, durante la noche, se aparece a los viajeros que allí se encuentran adoptando la figura de un pájaro. Una vez en su presencia se transforma en una bellísima mujer, que mediante engaños y palabras de amor los arrastra hacia el borde de la laguna sepultándolos bajo sus aguas, donde los devora. Dicen que la mujer-pájaro amó una vez a uno de estos viajeros y por ese amor, en lugar de matarlo, lo subió sobre sus alas transportándolo a su gruta, donde lo convirtió en su compañero y su amante. Pero pasado un tiempo, el joven descubrió los cadáveres de aquellos que habian sido devorados por la ondina y presa del terror, urdió un engaño escapando así de su poder. Desde entonces, la mujer no ha vuelto a perdonar a nadie y aun hoy, los viajeros evitan que la noche los sorprenda en las cercanías de la laguna, pues se dice que todo aquel que la vea estará irremediablemente condenado.

Existe también otra leyenda en la que se relata que en el lugar en que hoy se encuentra la Laguna de Vacares, hubo en un tiempo muy lejano un hermoso jardín, al que todos los años acudía una bella princesa a reunirse con su amante. Había sin embargo, un príncipe moro que también la amaba sin ser correspondido y un día, cansado de recibir negativas y cegado por los celos decidió vengarse asesinando a su rival. Así pues, una noche que los amantes se hallaban reunidos, consumó su venganza cortándole la cabeza al joven, que acto seguido, se convirtió en una piedra negra que aún hoy puede verse sobre una de las márgenes de la laguna. Al ver esto, la princesa subió a una peña, comenzó a llorar y tantas fueron sus lágrimas que cubrió el jardín anegándolo por completo, tras lo cual también se convirtió en roca. Dicen también, que a veces se escuchan pavorosos sonidos que provienen del fondo de la laguna, proferidos por el moro que aún grita de celos.

(Fuente "Granada en leyenda")

También nos han dicho que la Laguna es un "ojo de mar" es decir que está comunicada con la mar.

Estas cosas, no son historias antiguas que ya nadie cree ni recuerda, sino que como tuvimos ocasión de comprobar, es una creencia viva entre los pobladores de Sierra Nevada y son muchos los que evitan dormir en las proximidades de la Laguna incluso los que aseguran que sus aguas son saladas. Lo cierto es que la Laguna es un lugar misterioso y precioso donde continuamente se forman y transforman caprichosas nubes y el viento silva a placer entre las crestas. No es de extrañar que quien allí pase una noche sólo bajo las estrellas, vea cosas increíbles.

La Laguna de Vacares está situada entre los puntales de Vacares y el Cuervo a 2900 m de altitud, es la más profunda de Sierra Nevada y sean sus leyendas verdad o imaginación de pastores, es indudable que Vacares es una laguna encantada. Hacia allí dirigimos nuestra excursión saliendo desde el Barranco de San Juan y haciendo un recorrido que incluye el Refugio de la Cucaracha, el de el Peña Partida, el Puntal de los Cuartos y el de la Atalaya también llamado de La Justicia.

En esta ocasión fuimos Vicente, Antonio y yo. No puedo omitir el enorme mérito de mis compañeros ya que Antonio tuvo el valor de subir con una muela en mal estado y Vicente sufrió mucho por no haberse entrenado debidamente para la ocasión, pero ambos subieron sin desfallecer ni un momento. Por mi parte, agradecería que alguien me enseñara de una vez qué no hay que llevar en la mochila. Todos los años me hago el propósito de que pese menos y este año ha pesado18 kg.

La ruta transcurre así:

Salimos a media tarde del aparcamiento del Barranco de San Juan y tomamos la Vereda de La Estrella, tras recorrer unos 4,4 km nos encontramos con un cruce señalizado que tomamos a la izquierda descendiendo al Genil en dirección a los refugios de La Cucaracha y Piedra Partida. Cruzamos el Genil por el Puente de los Burros y comenzamos ascender por la Cuesta de los Presidiarios. 

 
 

Tras 3 km de camino y 400 de desnivel alcanzamos el refugio de La Cucaracha donde por cierto los vándalos se habían cebado dejando todo tipo de basuras. Esto merece un capítulo aparte, pero es increíble que exista gente tan pueril. 


Tras un breve descanso continuamos por un sendero  que corre casi paralelo al río Vadillo durante unos 3 km y cruzamos por el puente para tomar el sendero a nuestra derecha y a unos 550 metros del puente vemos a nuestra derecha una pequeña explanada relativamente horizontal y con mullidos borreguiles que dado lo avanzado de la hora y viendo que no parecía haber otro lugar cercano que lo permitiera, utilizamos para el primer vivac.
 
 
Por la mañana temprano partimos hacia Peña Partida y alcanzamos el refugio tras 3,29 km y 424 de desnivel. El refugio de Peña Partida sí estaba limpio, lo que de poco nos serviría porque nosotros teníamos que seguir subiendo por la Loma de Los Cuartos. 

 
 

A nuestra derecha vemos la Loma del Calvario por dónde tendríamos que realizar el descenso al día siguiente. 

 

 
 


Pronto alcanzamos los primeros neveros en las bordes de los cortados que limitan los Lavaderos de la Reina y no nos resistimos a caminar un poco sobre nieve ya que se encuentra en buen estado, así que vamos alternando piedras y nieve para darle un poco de gusto a las plantas de los pies. Tras unos 3,96 km y 681 metros de altura alcanzamos nuestro primer objetivo: El Puntal de los Cuartos a 3154 metros de altitud. Desde aquí las vistas son magníficas, divisamos los Lavaderos de la Reina, las Lagunas Juntillas y toda la cuerda de los tresmiles incluido nuestro siguiente objetivo que no es otro que el Puntal de La Atalaya o La Justicia.
 
 
La situación empieza a ser un poco inquietante porque mirando sobre la cuerda, podemos ver en la cuneta e Vacares, lugar bajo el que pretendemos hacer el segundo vivac, unas nubes que suben desde la cuenca del río Trevélez y que forman unos grupos bastante densos. Dado que no habíamos venido preparados para la lluvia no era una buena noticia.
 
 
Caminamos hacia el Collado de Los Escarpes y luego ascendemos hasta siguiente puntal (el de la Atalaya) con 3141 m de altitud y posteriormente volvemos a descender hasta el Collado Buitreras. 
 
 
 
Como estamos a 3000 metros y la Laguna de Vacares, que es nuestro objetivo, se encuentra a 2900, decidimos correr la ladera del Pico de El Cuervo manteniendo la altura en la medida de lo posible con el fin de no tener que volver a subir lo que bajáramos de más.



Por fin, tras poco menos de tres kilómetros alcanzamos la Laguna de Vacares, un lugar maravilloso sin duda y que recomiendo visitar. Al llegar vemos que hay tres corraletas de piedras para hacer vivac y una de ellas estaba ocupada.

Tras instalarnos, coger agua y demás preparativos, comenzamos a hablar con nuestros vecinos que resultaron ser nuestro compañero del foro Nevasport "Darwinvive" y su novia. Lo más increíble de todo es que hoy me he enterado a través del foro que esa noche le pidió matrimonio con anillo y todo. No me digáis que no es mágica la Laguna. Felicidades de nuevo Darwinvive.

Durante la conversación hablamos acerca de si vendría  a visitarnos esa noche nuestro amigo el zorro y cual fue nuestra sorpresa al ver a plena luz del día que este aparece con el mayor descaro del mundo y nos ronda con la tranquilidad de un gato doméstico. El animal estuvo dando vueltas a nuestro alrededor y nos dejó disparar todas las fotos que quisimos. Casi os diría que posaba. Pero por muy gracioso que fuera, un zorro es un zorro y sabíamos que tarde o temprano intentaría quitarnos la comida o las botas. Llegó un momento en que aprovechando un descuido se acercó a la corraleta de Darwinvive y marcó su territorio orinando sobre las piedras. -¿Que hace preguntó Darwinvive? -Reservando mesa para esta noche, le contesté.

Así que le preparamos varias trampas que consistían en dejar un poco de comida bajo un montón de piedras para que se entretuviera por la noche en apartarlas y no tuviera tiempo de molestarnos a nosotros y en esta ocasión dio resultado, pudimos dormir.

A la mañana siguiente, comprobamos que como es costumbre el pronóstico meteorológico se había equivocado. Nos aseguró que la noche sería templada, pero los sacos de dormir amanecieron con costras de hielo. Tras el desayuno y las despedidas, comenzamos el ascenso a la Cuneta de Vacares y posteriormente el descenso por la Cuesta del Calvario que en verdad hace justicia a su nombre. Menos mal que la estábamos bajando porque si descendiendo parecía infinita no quiero ni imaginar el subirla. No podemos dejar de mirar a nuestra espalda y ver la cuerda de los tresmiles salpicada de neveros que abandonamos.
 
 

Encontramos una chorrera de agua que no estaba prevista, por lo que la marco en un waypoint por si alguien la puede necesitar (la podéis ver en el track de Wikiloc). Y luego, a desandar lo andado, otra vez la Cucaracha, la Cuesta de Los Presidiarios, el Puente de Los Burros y la Vereda de La Estrella hasta llegar al Merendero del Barranco de San Juan donde nos dimos un merecido homenaje comiendo algo calentito que ya era hora. En total ese día descendimos 2133 m y subimos 445.

Al final recorrimos 39, 3 km y subimos 3109 metros, los mismos que bajamos. Una vez limpiado el track borrando algún error de que habíamos cometido se queda en algo menos.

Podéis descargar el track en Wikiloc aquí:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4915517

Bueno, pues esto es todo.
Como siempre haced clic en las fotos para agrandarlas.


Espero que os guste.
Buen camino.
Malpaso.

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