martes, 26 de julio de 2011

El zorro carterista de Cueva Secreta

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Todo el que ha dormido en las inmediaciones de Cueva Secreta sabe de la astucia y tenacidad del zorro de la zona. No es ninguna sorpresa.

Para los que no lo conozcan diré que Cueva Secreta es un paraje de Sierra Nevada que está situado al final de La Vereda de la Estrella, en la confluencia de los ríos Valdeinfiernos y Valdecasillas. Es un abrigo natural al que los pastores terminaron de cerrar con mapostería, constituye el único refugio en la zona y da nombre al paraje. Cueva Secreta no es una cueva sino un abrigo. Existe otra cueva-abrigo parecida en la misma ladera, pero está mucho más alta y alejada del río.

Mi amigo Vicente y yo habíamos comenzado la ruta para coronar el Mulhacén por la ruta del norte y pensamos hacer noche en las inmediaciones de Cueva Secreta porque el parte meteorológico anunciaba lluvia y como he dicho éste era el único refugio posible si esto sucediera. 
Cueva Secreta (click para agrandar)

Al llegar al porche de la cueva vimos que había un grupo de veinteañeros que habían tomado la plaza. Nada más poner el pie nos dijeron: "hay otra cueva más arriba". El comentario me sentó fatal, yo hubiera dicho "quedaros por aquí cerca que si llueve compartiremos la cueva" o algo parecido. Les dije que ya conocía la cueva alta pero que haríamos el vivac más cerca del río.

Buscamos un lugar adecuado y protegido del viento. Después de cenar nos metimos en los sacos, no sin antes guardar todo en bolsas herméticas y éstas en la mochila, dejando esta última protegida por su funda impermeable. Todo ello no tanto por el miedo a la lluvia que cada vez parecía menos probable, sino para que el zorro no siguiera el olor de la comida y nos hiciera algún destrozo. También metí mis botas al fondo del saco porque aunque mucha gente no lo sabe, a los zorros les gusta robar las botas, y verte tan lejos del coche y sin botas es de las peores cosas que te pueden pasar en la montaña.

Me costaba mucho coger el sueño, las nubes se habían disipado y el cielo estrellado estaba inmenso, costaba dejar de mirarlo. Por otro lado sabía que iba a tener visita y no quería que me pillara con los ojos cerrados. A las cuatro de la madrugada vi pasar a Don Zorro por el muro de piedras que protegía a Vicente del viento. No hizo el más mínimo ruido. Ni siquiera nos miró. Nos ignoró por completo. Yo grité ¡ZORRO! y encendí la luz de mi frontal pero Don Zorro ni volvió la cabeza. Fue tanta su falta de interés por nosotros que casi nos molestó su desprecio. Al minuto comencé a oír gritos en Cueva Secreta,  se encendieron todas las linternas. Silencio. Otra vez gritos. Había mucho revuelo, se notaba que el zorro se estaba dedicando a fondo con los zagales. Yo pensé que no habrían tenido la precaución de esconder la comida y deduje que el zorro tenía mucho trabajo allí abajo y como ya me había manifestado su desinterés me dormí profundamente un par de horas.

Nos disponíamos a recoger el campamento cuando se nos acercó el mismo zagal que nos había invitado a buscar la cueva de más arriba. Llevaba una mochila de tela en la mano con un tirante partido. ¿Habéis visto al zorro esta noche? preguntó. Sí, respondí yo, creo que os ha dado una buena noche. Entonces nos contó que les revolvió todo el campamento, que se quedaban despiertos sentados para que se fuera y  cuando menos lo esperaban, les salía por detrás y volvía a alborotarles. Al final agruparon todas las mochilas, las ataron entre sí y cuando parecía que el zorro había desistido se durmieron.  Pero Don Zorro no se rinde, apenas oyó que las respiraciones eran profundas volvió, rompió el tirante de la mochila del montañero insolidario y se la llevó a su cubil.

El visitante añadió: hemos encontrado la mochila destrozada con restos de la comida alrededor a unos cincuenta metros más arriba de la cueva, pero falta mi cartera donde llevaba la documentación, 10 euros y el bonobús. Me reí por dentro porque se lo merecía, pero le dí ánimos para seguir buscando.

Cuando se fue, volví a mirar el campamento que iba a a recoger. Todo estaba metido en la mochila pero había dejado fuera mi cámara fotográfica protegida por una bolsa estanca por si llovía y la había colocado junto a mi cabeza. Ahora estaba a unos dos metros de donde la dejé. Me volví a reír de la astucia del zorro. No me había despreciado, me había confiado para que me durmiera profundamente y sólo entonces intentó quitarme el único paquete que había suelto. Suerte que desistió.


Botas de montaña 100
Mochila de travesía 120 €
Gasoil para llegar a Sierra Nevada y volver 50

Ver la cara de cabreo del montañero insolidario que te negó el abrigo de la lluvia contando que el zorro le había robado la cartera no tiene precio.

Para todo lo demás Mastercard

12 comentarios:

  1. Muy bueno Joaquin y una lección para todos aquellos que se adentren en la montaña. La primera foto y la moraleja lo mejor.

    Solidaridad y buen rollo, hoy por ti y mañana esperemos que no sea necesario por mi.

    Saludos.

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  2. Yo creo que el zorro ya te conoce de las veces que has ido y te trata como amigo.

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  3. Que gozada y orgullo de excursión.
    Supongo que sentiras orgullloso de tanta subida y de que tu experiencia te evitara un disgusto.
    Ese zagal ha aprendido una lección, y supongo que le dolerá más su orgullo y su mala suerte por haber sido él, el elegido por le zorro, que el coste económico.
    Antonio P.

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  5. Gracias a todos por los comentarios y a ver si nos vemos pronto y hacemos una excursioncilla

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  6. Hace unos días hice la misma ruta pero a la inversa, y el zorro nos dio una buena noche. Yo tuve suerte, pero a mis amigos les destrozó las mochilas, y eso que estuvimos durmiendo en tienda y las dejamos en el porche. Quitó los clavos de la tienda y entró, lo eché varias veces, pero el sueño me pudo y al final nos la jugó. Así que veo que es un zorro con bastante nivel

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  7. He tenido la ocasión de dormir en las inmedicaciones de Cueva Secreta, en el propio abrigo, oido cientos de historias pero afortunadamente nunca me lo he encontrado. Se de algún caso de robar una bota en la laguna de la mosca a un compañero. De quitarte la bolsa de basura de la cara sin que te enteres. Por lo que veo y leo, ese zorro debe de ir con caja de herramientas. jaja.

    Se incluso de quien se lleva una lata de foiegras donde le meten unas pastillitas para dormir.

    En fin el pobre zorro hace su papel bien hecho.

    Que sigamos contando historias del zorro.

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  8. El zorro de Cueva Secreta es el más listo de la zona. Y el más persistente.
    Lo de quitar los clavos de la tienda que cuenta Jaboban no lo había oído nunca pero no me extraña. Lo de la bota sí. Por eso yo duermo con las botas dentro del saco, porque no me fío del zorro.

    Este zorro es un profesional.

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  9. Bonita historia está del zorro de Cueva Secreta, yo pensaba ir por aquella zona este verano, pero al final no pudo ser.

    Otra opción para que el zorro no te quite la comida, es está que realizamos un amigo y yo hace 10 días por la Sierra de Castril, subiendo al Empanadas, mira el siguiente enlace, que se trata de una foto:

    https://picasaweb.google.com/101070949077470561239/SierraDeCastrilEmpanadas2106Mts#5654460711474193106

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  10. Hola Antonio Eugenio.

    He visto vuestra excursión y me ha encantado. ¡Que sierra tan bonita! y las fotos preciosas. El invento antizorros está muy bien pero en Sierra Nevada y a esa altura no vale porque no hay árboles. De todos modos tomo nota y te doy las gracias.

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  11. Una historia genial. Gracias, de verdad, por alegrarme este instante. Un saludo.

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  12. Gracias a ti Franeto, por leerla y comentarla. Me alegro de que te haya gustado.

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